octubre 21, 2008

Leí la carta que Miguel le escribió al señor Aristóteles y me pareció buena idea, nunca le he dicho nada al más grande de los grandes…

Querido señor Bach:

Disculpe por mi atrevimiento, no sé si tendrá tiempo para leer una carta de alguien que a su lado no es más que una migaja de pan con pichi encima. Sé que no podría darle la mano sin temblar, por eso disculpe el nerviosismo con el que le escribo esto.

No es por sobón, pero su música es lo mejor que he escuchado hasta hoy, no creo que exista algo que me haga cambiar de opinión, no hay un solo día que no escuche alguna de sus piezas, se lo juro, incluso cuando no lo estoy escuchando por algún medio, lo tengo en la cabeza, lo comparo con los latidos de mi corazón, a veces no los oigo, pero siguen dándose.
Usted ha sido inspiración para muchos otros grande, y para otros no tan grandes. El señor Wolfgang fue uno de ellos, junto con el señor Ludwig, el señor Franz, el señor Fryderyk y yo (yo soy uno de los no tan grandes).
El señor Wolfgang dijo algo que me gusto mucho: «La música de Bach es algo que hay que aprender»

Y tiene razón, si alguien no sabe apreciar su música, no sabe apreciar la música. Es así de simple, usted es el Alfa y Omega, no hay más.

Aquí le muestro otras frases de otros personajes, en su mayoría compositores y musicólogos:

«Inicialmente estaba Bach..., y entonces todos los otros» Pau Casals

«Todo ocurre en Bach» Anton Webern
«Es imposible describir la inmensa riqueza de su música, su naturaleza sublime y su valor universal, comparándola con cualquier otra cosa en el mundo» Richard Wagner
«Es el amado Dios de la música, a quien todos los compositores deberían elevar una oración antes de ponerse a trabajar» Claude Debussy
« [Bach es] el exponente del más alto grado de perfección que puede lograr el hombre» Paul Hindemith
«El principio y el fin de toda la música» Max Reger

En estos momentos estoy escuchando una de sus piezas más famosas, disculpe mi ignorancia, pero no se como la habrá nombrado usted, yo la conozco como Air on a G string. Francamente, no me deja de sorprender su grandeza, es una de las pocas cosas que no puedo explicar. Es como si siempre fuera la primera y la última vez que escucho algo tan, tan… no se como decirlo… discúlpeme.

No sé como se sentirá con la época en la que se encuentra, pero yo no me siento muy cómodo, siento que no pertenezco a este tiempo, o al menos no a este lugar, siento que nací con muchos años de adelanto, siento que debí haber nacido para conocerlo, para conocer al señor Shakespeare, para cortejar a una mujer enviándole rosas y esperar una respuesta, para escribir con una pluma, para vivir recorriendo campos y calles húmedas hechas de piedra; para poder vivir como un artista (en estos tiempos es muy difícil), para poder haber sido parte de su familia casándome con una de sus hijas, para vivir rodeado de catedrales, castillos y sucia libertad. La esperanza de que el tiempo no existe y que uno puede reencarnar en alguien del pasado me libera por un momento de esta realidad. No lo quiero deprimir, solo hacerle entender que lo envidio, a usted y al señor William.

Su hijo Johann Christian, que es muy talentoso (mándele mis saludos) es menos conocido que usted, aunque antes fue lo contrario, se lo digo por si aún tiene que lidiar con el apodo de “el padre de Christian Bach”, no se preocupe, su nombre será recordado siempre.

Usted dedicó mucho tiempo a crear música al servicio de Dios, eso es bueno porque estoy en dudas con respecto a la religión. Siento que al escucharlo no me hace falta rezar, arrodillarme o confesarme, siento que, como dijo usted: «El único propósito y razón final de toda la música debería ser la gloria de dios y el alivio del espíritu».

No soy el único que piensa así, el señor Nietzsche por ejemplo, dijo: «Esta semana he ido a escuchar tres veces la Pasión según San Mateo del divino Bach, y en cada una de ellas con el mismo sentimiento de máxima admiración. Una persona que —como yo— ha olvidado completamente el cristianismo, no puede evitar oírla como si se tratase de uno de los evangelios»

También esta la frase del señor Émile Michel Cioran:
«He dicho que Dios le debe todo a Bach. Sin Bach, Dios sería un personaje de tercera clase. La música de Bach es la única razón para pensar que el Universo no es un desastre total. Con Bach todo es profundo, real, nada es fingido. El compositor nos inspira sentimientos que no nos puede dar la literatura, porque Bach no tiene nada que ver con el lenguaje. Sin Bach yo sería un perfecto ni- hilista.»

Incluso el señor Johann Wolfgang von Goethe, que debió ser un hombre muy ocupado, le dedicó tiempo: «Al oír la música de Bach tengo la sensación de que la eterna armonía habla consigo misma, como debe haber sucedido en el seno de Dios poco antes de la creación del mundo»

Espero que al saber esto se sienta más tranquilo, dicen que la fama llega a su máxima expresión cuando el personaje ha muerto, no se preocupe, puede descansar tranquilo, usted nunca morirá, esta presente todos los días en muchas partes del mundo, en bodas, en el subconsciente, en el conciente, en conciertos, en la radio( es un invento moderno que transmite música a través de una caja con muchas cositas dentro), en películas (otro invento moderno que reproduce imágenes en movimiento a través de una luz); por ejemplo, una de sus piezas aparece en la película Yellow Submarine, que es una película de otros grandes músicos.

Hay personas que lo conocen incluso antes de nacer. Muchas personas han escuchado su música, pero no saben quién es el autor, ya habrá tiempo para educarlos.

Finalizando, le digo que usted es el único capaz que ha hecho que quiera llorar, sus composiciones me alegran, me entristecen, me emocionan, me educan, me sorprenden, pero sobre todo, me alimentan.
Me emociona mucho poder interpretar alguna de sus sonatas, conciertos, preludios, etc. No sabe cómo celebré haber concluido la Suite para Cello Nº 1.

Espero que no sea la única carta que le llegue a escribir, espero poder escribirle otra en un futuro no muy lejano.
No espero que me conteste esta carta, soy solo uno más de tantos admiradores. Pero si puede, hágalo, puede que me desmaye por primera vez en mi vida.


Deseándole mucha salud, mucho éxito, tranquilidad y sobre todo satisfacción, me despido.

Mario Ramos Mogollón

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y qué te hce creer que voy a leer la carta de una migaja de pan con pichi encima...?

Bastian Bach.